Elqui Opinión

El nido nunca está vacío

Por: Patricia Salinas Moran; Mediadora Familiar

 Les escribo amigos y amigas lectoras generalmente desde mis experiencias que son similares a  las de ustedes. Llega una edad en que los hijos emigran del  hogar y van detrás de sus sueños, y es así como la casa que antes nos cobijaba con cierta estrechez ahora nos recibe con piezas solas y espacios que antes eran llenados por conversaciones, risas encuentros y desencuentros, se habla entonces del Nido Vacío.

Ante ese panorama como en todo en la vida tenemos dos opciones claras, o nos deprimimos y nos sentimos seres desafortunados, dejados de la manos de Dios o nos llenamos de alegrías porque la vida sigue y ahora nos permite darnos sobre todo a las mujeres, espacios personales que antes no ocupábamos ya que dedicábamos tiempo importantes de nuestras vidas a otros, aunque estos otros eran nuestros hijos e hijas.

 Nos damos cuenta también que hay mucho por hacer y que debemos con paso firme y gran voluntad y con el corazón lleno de alegría volver a mirarnos y reconocernos, reiniciando sueños postergados, realizar trabajos que nos atraigan, juntarnos con amigos que nos hagan bien, si estoy solo/a  porque no volver a enamorarnos, nunca es tarde para ser feliz; si al final es lo que quieren nuestros hijos que seamos felices y es lo que queremos nosotros que es lo mas importante.

 Estas reflexionen me vienen sobre todo ahora que se fue mi niña mujer, mi hija menor a quien acompañe junto a su hermana  a su titulación ya hace un año; se cumple la ley de la vida y se ha ido en pos de sus sueños, sus padres la extrañan, mi casa la añora, todo me la recuerda; pero sin embargo mi casa casi por encanto, sigue llenándose  de risas y alegrías con mi nieta  e hijos. Me doy cuenta que la casa sigue viva como siempre; ahora los hijos regresan pero no llegan solos, llegan sus parejas, sus hijos etc., la casa se colma de conversaciones, las risas vuelven, la vida nos enseña que  en realidad “el nido nunca esta vacio”, solo lo estaría si perdiéramos  nuestra capacidad de amar y ser amados.

 

 

   

Cristian Pérez Trujillo

Periodista, Licenciado en Comunicación Social, de la Universidad de La Serena. Nacido en Vicuña y criado en el Valle de Elqui. Amante de la tierra elquina, de los deportes y la cultura.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba