Cooperativa Capel advierte injusticia y discriminación en trato a las cooperativas
Con las actuales medidas el sustento económico de más de 35 mil familias a lo largo del país está en juego.
Ante las diversas apariciones en los medios de comunicación referentes al mundo cooperativo, a la Reforma Tributaria en curso y los cobros que actualmente está realizando el Servicio de Impuestos Internos, la Cooperativa Capel informa a la opinión Pública lo siguiente:
Las cooperativas son organizaciones de personas, sin fines de lucro, en que la solidaridad, la ayuda mutua, la toma de decisiones democráticas (un socio: un voto) y el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus asociados, trabajadores y entorno, guían su accionar.
Personas del mundo rural y de los segmentos tradicionalmente postergados por la sociedad han optado por este modelo, que además de darles una oportunidad productiva, los sitúa en una posición de dignidad e igualdad.
CAPEL, fundada en 1938 y hoy en día con más de 1200 socios, está presente en todos los valles de las regiones de Atacama y Coquimbo, otorga empleo directo e indirecto a más de 12.000 personas. Sus socios tienen una edad promedio de 70 años y el 85% explota superficies inferiores a 4 hectáreas. Absorbe el 100% de la producción de uva de sus socios y les otorga asistencia técnica, y beneficios sociales y económicos de diversa índole. En suma, es una cooperativa de verdad.
Por esta razón, los cobros y tratamientos legales que se le están aplicando al modelo cooperativo, al gravar con impuesto los remanentes de las operaciones con los socios, denotan un desconocimiento a este sistema de organización. Más aún, resultan discriminatorios e injustos, ya que en la actualidad están sujetas a doble tributación por las utilidades de las filiales, que el resto de las empresas en Chile sí puede descontar.
Con las actuales medidas el sustento económico de más de 35 mil familias a lo largo del país está en juego, ya que de no mediar las oportunidades de un desarrollo más inclusivo e igualitario que ofrecen las cooperativas, difícilmente tendrán un lugar para la colocación de sus materias primas y, como consecuencia, la obtención de ingresos que permitan su subsistencia.
En el Protocolo de Acuerdo de la Reforma Tributaria y posteriores indicaciones se incorporó esta problemática, lo que es una buena señal para las cooperativas. Sin embargo, aún queda por incluir el problema de la doble tributación, la situación de los resultados de las cooperativas previo a la reforma y la definición de que las operaciones que se efectúan con la materia prima que los socios entregan, no quedan gravadas con impuesto a la renta, como ocurre en todo el mundo y como ha operado en Chile los últimos 80 años.
