La Maravilla del Aquí y del Ahora
Por: Patricia Salinas Moran, Mediadora Familiar
“Tengo una insolencia de viejo que de joven habría sido imposible, porque yo me la gane”, leí esta frase hace pocos días en un diario y es de un gran actor nacional Roberto Nicolini, creador del famoso espacio infantil Pipiripao, que era transmitido por UCV Televisión. Esta frase me llego profundamente y me siento interpretada en ella ya que con el paso del tiempo cada día siento que soy más libre, que tengo menos miedos y que se aprovechar cada momento a plenitud.
Sin dejar de pensar que todo tiempo pasado tuvo cosas buenas y otras no tanto, no veo la utilidad de mirar con nostalgia los tiempos pasados y pensar que la vida antes era mejor que la de ahora. No lo creo así, no pienso que todo tiempo pasado fue mejor; creo que la vida nos trae buenos y malos momentos ayer y hoy, lo importante es sentirse vigente sintiendo que este es nuestro tiempo el que nos toca vivir a plenitud.
La experiencia nos da la posibilidad de haber aprendido cosas y sobre todo traerlas a la cotidianeidad y compartirlas con otros. Los que somos de la llamada Tercera edad, pertenecemos a esta época, somos hombres y mujeres que nos diferenciamos de los más jóvenes en la experiencia y afectos acumulados en los años de nuestra vida. La sensación es de haber vivido diferentes momentos, los cuales se agradecen sobre todo por lo aprendido bueno y malo ya que nos ha permitido entender más la vida y valorar lo importante y desechar lo inútil que no representa un aporte .
Escribo esto pensando en las mujeres y hombres de la tercera edad que se sienten productivos, entusiastas y con muchas ganas de entregar su experiencia a los más jóvenes, pero también de aprender de ellos y juntos seguir luchando por una sociedad inclusiva, equitativa y más justa y con un fin en común de todas las generaciones que han poblado el planeta, que no es otro que ser Felices.
Sin duda se da un paso hacia ese logro cuando se es capaz de poner una energía fundamental en nuestras vidas, el Amor que es lo que nos mueve o nos debiera mover todos los días. Es un amor muy inclusivo que incluye no solo a las personas, sino que también a todos los seres vivos de nuestro ecosistema, animales, naturaleza y el planeta en general.
Hay otra energía que muchas veces nos paraliza o nos mueve negativamente y que obstruye nuestro camino hacia la felicidad y que debemos descartar de nuestras vidas, este es el Miedo. Hay tantos miedos con los que debemos lidiar; miedos que desde niños nos inculcaron, frases tales como no hagas esto porque algo malo te va a pasar, no salgas, no te juntes con tal persona, estudia tal carrera que es más segura, no sigas tus ideales ya que no te llevaran a ninguna parte y así suma y sigue.
Dejemos esos miedos aprendidos y no lo inculquemos a las nuevas generaciones, abramos paso al Amor y atrevámonos a disfrutar de la vida que es muy corta, no dejemos que nos cuenten las cosas, hay que vivirlas y reconozcamos la maravilla del aquí y del Ahora.