Resiliencia de mujer
Por: Marcela Carreño; Directora Regional Servicio Nacional de la Mujer
Cuando la resaca del reciente terremoto ocurrido en la región comienza a menguar, es necesario realizar un sondeo sobre cómo la mujer enfrentó el hecho y cómo ha trabajado para volver lo antes posible a la normalidad. La violencia del movimiento telúrico fue devastadora en muchos sectores de nuestra amplia región, donde las mujeres no estuvieron exentas a sus consecuencias. No me refiero solo a los daños materiales que dejó el terremoto, sino que además al estado en que las mujeres se encuentran cuando han pasado ya 3 semanas. Desde el mismo día de los hechos, el Gobierno ha trabajado en terreno, la misma Presidenta Bachelet estuvo en la región, tanto para constatar daños materiales como para chequear el estado en que se encuentran las personas. Luego de haber visitado varias localidades de la región, deseo rendir un profundo y sincero reconocimiento a todas las mujeres por la entereza con que han enfrentado este suceso. Durante las catástrofes, es frecuente que las mujeres, además de tener que hacerse cargo de sus propias pérdidas y necesidades, asuman responsabilidades como el cuidado de quienes no pueden valerse por sí mismos, la contención emocional de los miembros de la comunidad afectada, la preparación de alimentos, la limpieza de los lugares comunes y el restablecimiento de redes de apoyo y asociatividad interrumpidas por la emergencia. Al mismo tiempo, el estrés posterior a los siniestros y las condiciones provisorias de sobrevivencia, aumentan el riesgo de que las mujeres experimenten vulneración en sus derechos y no pocas veces situaciones de violencia de género.
Es en estas circunstancias que resulta fundamental comprender el impacto psicológico que estos desastres generan, lo que permite delinear las intervenciones psicosociales de manera oportuna, comprensiva, efectiva y adecuada a las necesidades sociales y subjetivas de los distintos grupos afectados -diferencialmente- por la catástrofe y con enfoque de género. Por lo anterior y sumado a todo el aporte material que están entregando las diversas carteras ministeriales, el Servicio Nacional de la Mujer ofrece apoyo psicosocial a las mujeres. Vaya entonces nuevamente el reconocimiento a esa resiliencia tan típica y destacable de la mujer chilena.