El poder es poder
Por: Christian Muñoz Jiménez, Periodista en práctica y Licenciado en Comunicación Social.
Sé que puede parecer el título más redundante de todos y en el cual el primer regalo que se les ocurre para el autor es un diccionario de sinónimos, pero antes que agarren sus piedras y las avienten para lacerarme cual mujer promiscua del antiguo Israel déjenme explicar.
Desde que Sir Francis Bacon acuñó su célebre frase “el conocimiento es poder”, se cree que quien tenga un conocimiento sobre el resto posee un tipo de potestad sobre ellos, pero seamos analíticos y miremos la realidad de nuestro país y esta vez hagamos la pregunta en vez de la afirmación ¿el conocimiento es poder? Pues no, al menos no en el contexto en el que vivimos donde se SABE que las farmacias se coludieron y siguen funcionando normalmente, donde se CONOCE que los únicos que no son víctimas de las míseras pensiones de las AFP son los uniformados y sin embargo ese sistema sigue afectando a gran parte de la población, donde se ENTIENDE que existe un sistema educativo y una constitución que acrecienta la desigualdad y que continua vigente a pesar de que hace años se acabó la dictadura y por último donde QUEDÓ EN EVIDENCIA que “honorables” se coludieron con empresarios para aprobar una Ley de pesca que afecta a miles de pescadores artesanales en pos de potenciar “puestos de empleos” que solo demuestran que el país, a pesar de llevar 200 años de independencia, aún puede ser expropiado al mejor postor.
Esos casos, los cuales nombre al ser de conocimiento general, muestran que en Chile sólo existen dos poderes; El económico y el político (los que rigen TODO, “el poder del poder”), el primero permite controlar todas las acciones que toma el segundo y el segundo te entrega un grado de inmunidad tan grande que se delega hasta a tu familia, pudiendo protagonizar un atropello con resultado de muerte estando en estado de ebriedad y quedar libre de toda culpa, o poder elegir con tus compañeros de trabajo si te puedes subir el sueldo a costa de los recursos obtenidos de todo un país y por cierto, destacable que apenas asumes el poder político, el económico se acerca cada vez más. Frente a ello ¿Qué duda cabe de que el conocimiento dejó de ser poder desde que el nepotismo y el clientelismo se quedaron al mando?
Pero como esto no es una crítica sino una columna de opinión, mi deber como “columnista” es entregar la solución y personalmente creo que estas son dos: La primera es que un nuevo conglomerado de personas lleguen a la esfera política, con nuevas ideas que busquen el bien social antes del personal y así puedan generar el cambio necesario (lo que sinceramente no creo que pase al menos en varias décadas) o devolverle el poder al conocimiento y como ciudadanos convertirnos en una voz pensante y como nación bajar del olimpo a estos privilegiados que llegaron respaldados por un sistema que les hace creerse superior al resto y les hace pensar que las leyes que rigen al joven que vende verduras en la feria no le afectan por el hecho de tener dinero u ostentar un cargo, lo que lamentablemente ha quedado en evidencia en muchas ocasiones.
Solo queda decir señores, damas, niños y niñas el poder actualmente está en las manos de unos pocos, pero es nuestra responsabilidad hacer que ese poder vuelva a quien pertenece… ¡Que vuelva al pueblo informado!