Historia de la Cooperativa Capel la que ha logrado mantenerse en el mercado nacional
Se fundó en 1938 en la comuna de Paihuano con socios productores y destiladores. En la actualidad, a sus 79 años, su meta es internacionalizarse.
Para conocer la historia de la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, Capel, es importante situarse en la década del ‘30, cuando nuestro país fue azotado por la Depresión Mundial de 1929. En ese entonces la sobreproducción de uvas en el país golpeaba duramente a pequeñas industrias y talleres artesanales de destiladores pisqueros. La necesidad de asociar a los destiladores en una misma entidad, para obtener menores costos y mejores precios de venta de sus productos, se visualizaba como la única opción para resistir el grave retroceso que experimentaba la economía.
De esto nace la Sociedad de Destiladores de Elqui, específicamente de la unión de 30 actores reunidos en la localidad de Paihuano, que aprovechando las ventajas que la Ley 4.531 ofrecía para el fomento de la asociatividad y el reconocimiento legal que el DFL 181 de 1931 otorgó a la Denominación de Origen Pisco, al poco tiempo pasaron a constituir una Cooperativa Agrícola.
Este es el origen de la Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, cuya sigla actual es Capel y data de la reforma al Estatuto social efectuada en 1964. Su fecha de fundación es el 08 de febrero de 1938, cuando partieron con 14 socios en Paihuano.
Tal como lo relata Francisco Hernández, presidente de la Asociación de Productores Pisqueros A.G, Capel fue fundada en la comuna de Paihuano, la que se llevó a cabo para tener a socios productores y destiladores, aprovechando las destilarías que existen en diversos puntos de la zona. El primer directorio estuvo conformado por Ida Peralta, Fortunato Peralta y Samuel Zepeda (dueño de la marca Pisco Luís Hernández, que la había ganado en una apuesta).
Pero sin duda fue la década de 1960 que marcó positivamente a las cooperativas. Bajo las políticas económicas de Eduardo Frei Montalva, se le dio un fuerte impulso al cooperativismo, a través de CORFO, se dio financiamiento para la creación de plantas más eficientes. Se contó con personal de CORFO, hasta que quedaron en manos de los mismos cooperados”, explicó.
En el periodo de 1970-1980 las cooperativas fueron intervenidas políticamente, en un primer término por el gobierno de Salvador Allende y posteriormente por la dictadura de Augusto Pinochet.
El año 1982, debido a la crisis económica del país, se marca un antes y un después en las cooperativas del país. En ese momento se estableció dejar el dólar a 39 pesos, sin moverlo. “En ese minuto la gente se comenzó a endeudar, los tragos importados eran más baratos que el pisco, por lo que se empezó a llenar de whisky, todo se hacía con licores caros importados. Luego de todo lo negativo que generó, el Gobierno impone un impuesto al lujo, que superaba el 70%. De ahí que el pisco tuvo su renacer, se instaló en el país, dejando grandes ganancias, debido al respaldó que recibió”, sostuvo Hernández.
En ese año, 1983, la cooperativa Control Pisquero tenía un 70% del mercado y Cooperativa Capel un 30%, pero surgió un episodio clave, que fue en el hecho que quebró la Cooperativa del Limarí, debido a los vaivenes de la economía, generando con esto la generación de alcoholes que hasta ese minuto no tenían destino. “Quien se apoderara de esos alcoholes, marcaría un antes y un después en el mercado. Cooperativa Capel se quedó con aquello, a través de varias artimañas comerciales, de ese minuto la torta se dio vuelta en cuanto al dominio en el mercado”, recuerda.
Este boom duró hasta finales de la década de los ’90, que fueron los mejores años de las cooperativas. Cuando se crean los tratados de libre comercio, marcó también un antes y un después en las cooperativas pisqueras, pues se exigió bajar el impuesto a las importaciones, con lo que también se les subió al pisco. “El hecho de ser cooperativa, nos libraba del impuesto a la renta, ahora nos cobran el 31,5% en impuestos. Entonces resumiendo, antes era un 23% por el ILA (impuesto ley de alcoholes), luefo subió al 27% al igualarnos al whisky, ahora con la ley de la renta, llegamos al 31,5%, si a eso le sumamos el 19%, más de la mitad de la botella de pisco la pagas en impuesto”, detalló.
Con respecto al desarrollo de esta industria, Roberto Salinas, quien fue gerente de Capel entre los años 2002 – 2017, sostuvo que siempre la industria del pisco ha tenido que luchar con los vaivenes de la economía, pero también con aspectos como estos que fueron descritos.
“La cooperativa ha enfrentado muchas etapas criticas, a principios de la década del 2000 por ejemplo estuvo a punto de quebrar, lo que significaba su desaparición. En ese entonces había un consumo de 3,7 litros por persona al año, en la actualidad eso se transformó a 1,7 litros por habitante. Esto sucedió porque a comienzos de esa década los aranceles de los licores importados bajaron quedando igualados al pisco”, dijo.
El gerente de Capel, en entrevista con Elquiglobal en septiembre de 2017, resaltó también que el mundo de las cooperativas pisqueras cambió radicalmente el 05 de marzo del 2005, cuando la junta de socios decidió traspasar el 80% de la empresa Control a CCU. “Pues a partir de ahí cambió todo, porque ya no eran dos cooperativas pequeñas que competían, sino que quedó Cooperativa Capel frente a una empresa que formaba parte del principal grupo económico de Chile, con intereses que no son del mundo pisquero, con intereses que no son de las regiones de Atacama y Coquimbo, sino que son intereses del grupo económico, teniendo un resultado brutal, con el precio de la uva y con el precio del pisco”, explicó.
Hoy, 79 años después de la primera asociación, el espíritu que motivó a sus fundadores continúa preservándose entre los más de 1.300 viticultores pisqueros que poseen y dan vida a la cooperativa. “El promedio de edad en torno a la cooperativa es alrededor de 70 años, es una de mucha edad, que tiene reparos al momento de proyectarse, pues sus socios más piensan en el hoy, más que en lo que vendrá”, resaltó Salinas.
Las dos modestas plantas con que se inició la producción han sido reemplazadas por nueve plantas receptoras de uva que cubren los valles pisqueros de: Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa, con una capacidad de molienda de más de 200 millones de kilos anuales.
Con el objeto de diversificar la producción y otorgar una alternativa de destino a la materia prima proporcionada por los cooperados, el año 1999 se instaló la planta de mostos en la Chimba, con tecnología de punta, llegando a ser la más moderna de Sudamérica.
Actualmente, Cooperativa Capel es el principal productor de mosto del país, el que es destinado en su totalidad a la exportación en mercados norteamericanos y japoneses. “Nosotros compramos uva, más menos el 50% va para el pisco, el resto se usa en mostos y vinos. En la actualidad nuestra empresa se divide en tres puntos, el pisco, que es nuestro corazón y alma; los mostos y vino; y finalmente estamos desarrollando alianzas con empresas reconocidas en el mundo, tanto de ron, bebidas energéticas y cervezas” explicó el ex gerente.
De esta forma, consciente de las nuevas tendencias en el mercado de bebidas alcohólicas, marcadas por una demanda de mayor calidad, variedad y productos acordes a diversas instancias de consumo, Cooperativa Capel ha debido ampliar su oferta de productos incorporando cócteles preparados, piscos más sofisticados, ron, vodka, espumantes y bebidas energéticas. Todo ello, con el objetivo de convertirse en una empresa global de bebestibles de primera categoría.
Este último esfuerzo por mejorar la calidad del destilado, ha contribuido también a potenciar la imagen del pisco chileno en el extranjero, una tarea que Capel se ha propuesto no sólo a nivel de marca, sino que como industria. Su incorporación al programa Pisco Spirits, tiene como objetivo colaborar junto con los demás actores de la industria en el posicionamiento del Pisco chileno como un producto Premium, tanto en Chile como en el mundo entero.
Además cuenta con las siguientes empresas relacionadas: Viña Francisco de Aguirre S.A.; la Cooperativa de Ahorro y Crédito Valles de Chile, “Chilecoop”; Sociedad de Promoción Agrícola Limitada, “Soproal” y; Empresa de Servicios El Auqui Limitada.
En la actualidad, el órgano supremo de la cooperativa es la Asamblea de Socios. Para este efecto, los cooperados se reúnen al menos una vez al año para conocer el avance de su cooperativa en Juntas Generales de Socios, en las que deciden sobre los aspectos más relevantes de la empresa. A diferencia de las sociedades anónimas, en las Asambleas de Socios de las cooperativas, un socio es un voto, independientemente del número de cuotas de participación con las que cuente, entendiendo que el corazón de las cooperativas es la economía solidaria sin fines de lucro. De la reunión anual, los socios eligen a sus representantes en el Consejo de Administración y en la Junta de Vigilancia.
El Consejo de Administración es el órgano que tiene a su cargo la dirección superior de los negocios sociales y que ejerce colectivamente a través de sus nueve integrantes que se reúnen en sesiones ordinarias y extraordinarias. Duran tres años en sus funciones y se renuevan por parcialidades.
La Junta de Vigilancia es el órgano encargado de examinar la contabilidad, inventario, balance y estados financieros de la Cooperativa y está integrado por tres miembros que duran un año en sus funciones.
El Gerente General, que es nombrado por el Consejo de Administración, es el ejecutor de sus acuerdos y órdenes, y representa legalmente a la Cooperativa. En este sentido, es importante resaltar que desde el 04 de octubre el nuevo gerente de Capel es Claudio Barraza, ingeniero Comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El profesional también se ha desempeñado al interior de la cooperativa como Gerente de Exportaciones, de Producción y de Administración de Finanzas y Operaciones, logrando gran experiencia en todos los ámbitos productivos del destilado más reconocido de nuestro país.
Con los nuevos productos antes mencionados, con nueva gerencia y como una forma de responder a sus cooperados y consumidores Cooperativa Capel hoy camina con un horizonte claro: Avanzar para seguir haciendo historia.
De hecho este 2017 fue premiada como una de las mejores empresas chilenas, pues por primera vez en Chile, este año se evaluó la excelencia de las compañías nacionales por expertos de Deloitte, Universidad Adolfo Ibáñez y Banco Santander, donde Cooperativa Capel logró este reconocimientoEsto, a través de un programa internacional que se viene implementando hace 20 años en Canadá y en otras empresas locales de países como Irlanda, Bélgica, Holanda y México.
Bajo este concepto se premiaron las buenas prácticas que están implementando hoy algunas empresas chilenas, por medio de un panel de expertos que evaluaron pilares fundamentales para el desarrollo corporativo basado en el compromiso, la estrategia, capacidad de innovación y el manejo financiero, que en su conjunto demuestran un desempeño empresarial excepcional.
“Estamos muy agradecidos de recibir este reconocimiento, que viene a apoyar las mejoras que hemos implementado en nuestros estándares y al compromiso de todos los colaboradores de la empresa, ya que gracias a su esfuerzo colectivo y a la gestión del ex Gerente General Roberto Salinas, logramos este premio. Además, tuvimos la oportunidad de demostrar que el modelo cooperativo, solidario, democrático y representativo también puede convertirse en un negocio exitoso” indicó Claudio Barraza, Gerente General de Cooperativa Capel.
Si duda, que dentro de los grandes desafíos de Cooperativa Capel es consolidar la exportación del pisco, una de las grandes deudas que existe en esta industria. “Es un sueño que queda pendiente, le hecho de internacionalizar la cooperativa, es algo que yo no logré, aquí no hay observaremos mayores crecimientos para el pisco, hay q salir afuera, esperamos que alguien pueda llegar a hacerlo, esa es la meta, internacionalizar la cooperativa”, finalizó Roberto Salinas.