«Pecados de Guerra, Obsesión Carnal»: cuando una imagen vale más que mil palabras
La fotografía fue tomada por Patricio Luco minutos antes del cambio de mando entre Augusto Pinochet y Patricio Aylwin en marzo de 1990.
Patricio Luco Torres recuerda muy bien el hecho, estaba reporteando el traspaso de mando entre Augusto Pinochet y Patricio Aylwin. Fue tomada el 11 de marzo de 1990. La foto muestra al dictador en su auto descapotable luciendo la banda presidencial, rumbo al Congreso por Avenida Pedro Montt de Valparaíso. Al fondo el cine Metro, en donde se exhibían dos películas: Pecados de Guerra (sala 1) Obsesión Carnal (sala 2), creando un cuadro imperdible con Pinochet adelante del letrero promocional.
Una vez disparada la foto, tuvo que salir corriendo, pues lo acompañó una patada en el pecho de un militar que evidenció la escena que saldría de la fotografía. “Creo que Pinochet venía desde la Intendencia de Valparaíso, yo andaba reporteando para una revista Sueca. Lo veo venir y sigo caminando y veo el letrero del cine y me devuelvo, pues dije ‘esta es la foto’, lo espere y la saqué. Esto no era casualidad, yo siempre lo seguía a él para fotografiarlo, tengo varias de Pinochet. El CNI que lo acompañaba se dio cuenta en lo que andaba y me pegó una patada. Yo en la oportunidad la pase para el diario La Nación, estaba de director el Gato Gamboa, pero fue negada, eran tiempos difíciles”, relató Luco.
El comunicador social continúa contando que al no ser publicada, imprimió afiches, un total de 100, los cuales pegó en diversos puntos de Santiago, especialmente en la plaza Baquedano. “Con el tiempo fue publicada en diversos medios, en México, Argentina, en Chile también (…) la fotografía en sí, tiene su propio lenguaje, las fotos hablan por sí solas, y en esta en particular, la fotografía habla por sí sola, no necesita de un título, solo es necesario apreciarla”.
Patricio Luco es de los que tuvieron que salir del país tras el golpe de Estado y, radicado en Italia, comenzó su ligazón con la fotografía. En 1980 regresó a Chile, integrándose al trabajo de la Comisión Pro Retorno, pero nuevamente debe abandonar la patria y partir rumbo a Estocolmo, Suecia, donde profesionaliza su pasión y comienza a participar en muestras fotográficas colectivas, para volver a Chile a fines de los 80´ e integrarse a la lucha por la recuperación de la democracia. “Yo tenía 12 años en 1973 y mi madre salió al exilio, producto de que ella era dirigente sindical y toda mi familia eran de las juventudes comunistas. Una vez que sucedió el golpe, ese martes 11 de septiembre, nos reunimos en la casa de los abuelos. El tema de exilio ha sido poco tratado, pues de un día para otro estás en un lugar, en donde no conoces nada, ni siquiera el idioma, no tienes nada, pierdes tu memoria. Es todo un trauma, porque muchos vivimos con las maletas hechas, esperando todos los días que se fuera Pinochet y eso no te deja afiatarse e integrarse en el país que estabas”, rememora Patricio Luco.
Patricio Luco y su madre salieron desde Chile hacia Perú en un primer término, posteriormente se fueron a Italia en donde estuvieron la mayor parte del tiempo. Con el regreso y vuelta a salir, el otro destino fue Suecia. “La primera acción de mi madre fue meterme al colegio y la primera misión fue aprender el idioma, que era la única forma de integrarte al país y romper las fronteras. Poco a poco fuiste aprendiendo de la cultura local, que era mucho, de la comida, de las costumbres, de la música, pero siempre con la idea fija de volver. El año 80 pude volver, pero tuve que pasar en el aeropuerto por la revisión del libro negro, en donde te definían si podías entrar o no. A mí y mi madre nos pusieron una L al pasaporte al salir, que significaba limitado, pero como yo salí como menor de edad, luego me la borraron y pude entrar”.
Tuvo un breve paso por el periódico El Siglo, para después continuar su trabajo en los diarios La Época y La Nación. Posee el grado de licenciatura en Comunicación Social de la Universidad ARCIS y es egresado en Magister en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile. “Yo militaba de forma clandestina, seguía siendo del Partido Comunista. Trabajaba en diversas instituciones, principalmente en la Casa de los Derechos Humanos”.
En donde además trabajó Luco fue en la AFI, Asociación de Fotógrafos Independientes, la que funcionó entre 1981 a 1990. “Allí hacíamos muchas cosas sociales, no podíamos sacar muchas fotos, por un tema de seguridad. Estando en aquello fue que se dio la fotografía, el título de las películas me dio la idea de hacer la imagen”.
Patricio Luco este 2023, en el contexto de los 50 años del Golpe Militar, hizo la exposición “50 años, un álbum que cambió de golpe”, mostrando diversas imágenes, entre ellas esta icónica fotografía.
La muestra abarca una selección de 50 imágenes del archivo personal del autor, las cuales datan principalmente de la década de los 80 y principios de los 90, plasmando realidades ocurridas en el contexto de la dictadura cívico militar de Agusto Pinochet Ugarte y también hechos vinculados al retorno de la democracia.
