Varillar reunió a diversas generaciones de vecinos en la reinauguración de su sede social
La que fuese construida en la década del 60’ por los propios vecinos, tras la donación del terreno para que allí se reuniera el centro juvenil de la época.
El pasado 28 de septiembre, las y los vecinos de Varillar reinauguraron su sede social y comunitaria, con el tradicional corte de cinta, en presencia de autoridades y representantes de la comunidad. Lugar que fue restaurado a través de un proyecto de mejoramiento integral y de recuperación de espacios públicos, financiado y ejecutado por la municipalidad de Vicuña.
Y que gracias a los aportes de la propia comunidad, fue acondicionada con diversos implementos. Sin duda un espacio que es muy importante para la localidad, pues es el lugar de disfrute y reunión de las diversas generaciones.
Lo que fue respaldado por Milenka Maluenda Rivera, presidenta de la Junta de Vecinos de Varillar. “Estamos felices por el apoyo del alcalde, por haber recuperado nuestros espacios y aquí estamos celebrando y dando gracias a todos quienes nos han apoyado (…) esta sede para nosotros significa todo, un espacio que sirve para todas las actividades cerca de la plaza y es maravilloso poder tener este hermoso lugar”.
Por su parte, el alcalde Rafael Vera Castillo destacó el trabajo de todos quienes colaboraron en este proyecto. “Varillar es maravilloso, por la calidad de sus dirigentes y el nivel de compromiso, acá estamos reinaugurando una sede construida en los 60 y que se fue deteriorando con el tiempo, tanto así que dejó de utilizarse, hubo que hacer trámites legales, años estuvimos en eso con el equipo jurídico municipal y la generosidad de todos los actores (…) el municipio colocó profesionales que ayudar a recuperar este espacio, pero también la junta de vecinos colocó recursos y tuvo las ganas de mantener la historia y hoy tenemos una hermosa sede para los vecinos”.
Reconocimiento póstumo
Hoy la sede en su exterior, llevará una placa conmemorativa en reconocimiento y gratitud a don Enrique Horacio Galleguillos, quien en la década del 60’ donó el terreno para la construcción de la sede (en esos años para el centro juvenil), la que fue construida por los propios vecinos.
Descrito por su familia, como un hombre honesto y servicial, Enrique es recordado como uno de los principales gestores en la concreción de tan importante anhelo para la localidad.
Así lo manifestó su hijo José Galleguillos López, quien estuvo presente en la jornada junto a sus hermanos. “Mi papá donó este terreno para que el centro juvenil tuviera un espacio donde hacer sus actividades y la construcción fue hecha por nosotros mismos. Luego formamos la agrupación social y cultural, se hizo la gestión para traspasarle todo a la junta de vecinos. Mi padre era una persona honesta, dedicado a su familia, él era viudo y siempre estuvo al cuidado de nosotros. Muy agradecido por los que hicieron la gestión para hacerle el reconocimiento a mi padre”.
Sin duda uno de los aspectos más significativos, ha sido la conservación de diversos elementos, como el escenario que se encuentra al interior sus paredes, las mismas que albergan los recuerdos de los jóvenes hace algunas décadas, hoy adultos mayores. Algunos de ellos han partido y los que continúan, ven como sus hijos y nietos continúan con su legado.