Gauchos y huasos mantienen la hermandad a través de la Cabalgata a la Difunta Correa
El evento se realizará este sábado a partir de las 10:00 horas entre la medialuna de Vicuña, la plaza de armas y la Ruta Antakari.
Este sábado desde las 10:00 horas las calles de Vicuña se llenarán de colorido y folclore binacional con la séptima versión de la Cabalgata a la Difunta Correa, la que contará con la presencia de gauchos argentinos y huasos chilenos, con el fin de mantener la hermandad de pueblos en torno a esta veneración religiosa.
El evento se realizará con la presencia del Alcalde de Vicuña, Rafael Vera, y el Intendente del Departamento de Iglesia, Provincia de San Juan, Argentina, Mauro Marinero, además de los concejales de la comuna.
Uno de los organizadores, Luís González, sostuvo que esta actividad ya se ha transformado en toda una tradición de ambas provincias, la cual se realiza cada verano con el propósito de estrechar lazos entre los pueblos. “Comenzaremos en la medialuna de Vicuña, para continuar con el acto en la plaza de armas alrededor de las 12:00 horas el día sábado, luego de allí nos vamos a la Ruta Antakari” indicó.
En el lugar se realizarán muestras folclóricas chilenas y argentinas, culminando con un gran asado de camaradería. Así lo anticipó otro de los coordinadores, Ricardo Monardez, quien agradeció el apoyo de la municipalidad, pues cada año se ha ido mejorando el evento. “Esta vez incluiremos a la comuna de Río Hurtado, nos confirmó la asistencia del alcalde Gary Valenzuela, estamos muy contentos, por lo mismo invitamos a la comunidad a acompañarnos en este evento”, enfatizó.
El Alcalde de la comuna, Rafael Vera, resaltó la importancia de crear estas actividades de hermandad, los que se afianzarán aún más en el futuro con el Corredor Bioceanico. “Estamos muy contentos de desarrollar este evento, es claro que tenemos mucho en común y es necesario mantener las tradiciones, los que nos llevará a un progreso en conjunto”, sostuvo el edil Vera.
El itinerario comenzará en la media luna Osciel Pinto Arredondo, continuará por calle Chacabuco, para posteriormente llegar a la Plaza de Armas para un homenaje de las autoridades. Luego se comenzará la cabalgata a la Difunta Correa, ubicada en la Ruta Antakari, a 10 kilómetros de Vicuña, en donde se realizará un gran asado.
Presente en toda la actividad estará Mauro Marinero, Intendente del Departamento de Iglesia, quien agradeció a todos los elquinos por apoyar esta tradición religiosa trasandina. Destacó también la importancia de Félix González, uno de los artífices para que esta actividad sea una realidad. “Con el alcalde Vera hemos hechos los lazos para que esta actividad continúe en el futuro. Así también hemos invitado a huasos chilenos a nuestra cabalgata a la Difunta Correa en abril, a quienes esperaremos con mucho entusiasmo”, indicó.
Tal como lo decía el Intendente de Iglesia, esta cabalgata se lleva a cabo por iniciativa de Félix González, uno de los principales artífices de esta actividad, por lo que todos los años se resalta su importancia y esta vez no será la excepción.
Ruta Antakari
Esta actividad se desarrollará en la Ruta Antakari, en donde el turista puede encontrar diversos atractivos. Antakari en lengua inca significa “Hombre de Cobre” y desde a mediados de la década de los noventa se ha pretendido que se convierta en un polo de atracción hacia los turistas, ofreciendo la oferta de cada una de las comunas que la componen.
Es un camino interior que une a las comunas de Vicuña, Río Hurtado y Andacollo. Es una de las vías más antiguas de la Región de Coquimbo, pues según registros cronológicos históricos era usada antes de la llegada de los españoles a nuestro país.
En el lugar existen diversos atractivos de turismo de intereses especiales, pues podemos encontrar en sus 273 kilómetros y más de 20 localidades, vestigios de población indígena, de origen incásico y también rastros de lo que fue la vida en la prehistoria de nuestro planeta.
Difunta Correa
La Difunta Correa es una figura mítica de Argentina Y Chile por la que algunos argentinos y chilenos sienten devoción. Posee un santuario en la localidad de Vallecito, en la provincia argentina de San Juan, donde miles de creyentes la visitan diciendo agradecerle la promesa cumplida.
Se conservan diversas versiones de la leyenda, conforme la cual Deolinda Correa (o Dalinda Antonia Correa, según el nombre con el cual aparece mencionada en el relato más antiguo (Chertudi y Newbery, 1978)), fue una mujer cuyo marido, Clemente Bustos, fue reclutado forzosamente hacia 1840, durante las guerras civiles entre unitarios y federales. A su paso por la aldea de Tama, Provincia de La Rioja, -donde vivía la familia- la soldadesca montonera que viajaba rumbo a San Juan obligó al marido de Deolinda, contra su voluntad, a unirse a las montoneras. Esto hizo que Deolinda, angustiada por su marido y a la vez huyendo de los acosos del comisario del pueblo, decidiera ir tras él.
Deseosa de reunirse con su esposo en San Juan, tomó a su hijo lactante y siguió las huellas de la tropa por los desiertos de la Provincia de San Juan llevando consigo sólo algunas provisiones de pan, charque y dos chifles de agua. Cuando se le terminó el agua de los chifles, Deolinda estrechó a su pequeño hijo junto a su pecho y se cobijó debajo de la sombra de un algarrobo. Allí murió a causa de la sed, el hambre y el agotamiento. Sin embargo, cuando los arrieros riojanos Tomás Nicolás Romero, Rosauro Ávila y Jesús Nicolás Orihuela, pasaron por el lugar al día siguiente y encontraron el cadáver de Deolinda, su hijito seguía vivo amamantándose de sus pechos, de los cuales aún fluía leche.