El Último Canastero Elquino: “Don Tiuque”
Don Cenobio González, “El Tiuque”, dialogó con el folclorista Juan Carlos Robles, para detallar este oficio centenario en el valle, conversaión en la que se grafica esta tradición que se confeccionan con las cañas que crecen a la orilla del Río Elqui.
Quedando sin aliento al gritar la oferta y con sus canastos por la única calle del poblado de Chapilca, encontramos a Don Cenobio, más conocido como “El Tiuque”. Este personaje típico de nuestros campos, es oriundo de Varillar, y tiene como un oficio que muestra con orgullo el de canastero y yerbatero; actividad que viene practicando desde el siglo pasado.
El mundo urbano que cada vez se acerca más a cada rincón canastero esta ya casi extinguido del paisaje de nuestros campos, otrora como decíamos el canastero era muy común en el Valle de Elqui, destacando el valioso arte artesano al confeccionar canastos de caña y sauce los cuales eran utilizados en la vendimia y el las cosechas de duraznos, damascos, paltas y otros frutos típicos de nuestra tierra, antes del boom de la uva de mesa de exportación.
La tradición señala que estos artesanos confeccionaban a mano los canastos utilizando la típica caña que crece silvestre en las riveras del rio Elqui, como también utilizando los tallos del sauce llorón; también denominado ribereño. Estos canastos los hacían por encargo y también en forma estándar, por ejemplo los canastos para la cosecha de la uva pisquera eran redondos y bajos, logrando cargar con unos 20 kilos de uva. Por otra parte, el canato brevero era más pequeñito con un aro o asa para tomarlo y era especial para la cosecha de brevas; de igual manera existía el canasto de guarda que era alto con dos orejas o asas a los costados y era utilizado para guardar cosecha seca, así como también para guardar ropa.
Nuestros emblemáticos canasteros recorrían grades distancias a pie por campos y poblados ofreciendo su mercadería a los ricos hacendados y a las dueñas de casa, siempre con su pregón a flor de labios, quedando sin aliento al gritar: “Canastos redondos para la cosecha, canastos breveros de guarda y enteros… va querer caserita… me va a comprar el patrón?”.
Hoy por hoy este oficio como muchos otros están prácticamente extinguidos del paisaje del Valle de Elqui y es por eso que hemos querido rescatar este personaje típico y mostrarle a las nuevas generaciones parte de su ancestros que son genuinos personajes de nuestra cultura regional y que en Cenobio, más conocido como “El Tiuque” podemos adjudicarle el honor de ser… “El Último Canastero.”