Con pleno éxito se desarrolló el Festival multicultural Concert Valle de invierno en Vicuña
Desde las 15:30 y hasta las 21:30 horas, el Festival multicultural «Concert Valle Invierno 2017» logró congregar a un número aproximado a las tres mil quinientas personas en la Plaza Gabriela Mistral de Vicuña, con un variado programa de música nacional y stands de artesanía, ambientalismo y patrimonio natural e histórico del Elqui.
Cuando Juana Fé, la útima banda en pisar el escenario del Concert Valle de Invierno 2017, tocó su último acorde, la Plaza Gabriela Mistral, presentaba un lleno total en su anfiteatro. Habían pasado casi 6 horas ininterrumpidas de música, en las que la variedad fue la tónica de la jornada, con sonidos que abarcaron desde la electrónica, hasta el folklore más ancestral, pasando por diferentes ramas del rock y el pop.
Paralelamente a esta muestra musical, los stands ofrecieron diferentes estímulos que iban desde comida típica y la artesanía, hasta experiencias con el patrimonio natural e histórico de Vicuña, con espacio para iniciativas ambientalistas, como la Asamblea en Defensa del Elqui, o de astronomía, como Astro Elqui; yoga, alimentación saludable, comercio consciente y sustentabilidad. Estos espacios se establecieron frente al escenario desde las 11 de la mañana, integrando otras expresiones al diálogo multicultural del evento.
En lo netamente musical y artístico, la cita comenzó a las 15:30 horas con la banda Algo Piola, agrupación formada por estudiantes de la comuna de Vicuña que son parte del llamado «Semillero Concert Valle» que busca nuevas expresiones dentro de la educación artística en esta comuna elquina. La correcta ejecución de clásicos de Pink Floyd, Soundgarden e incluso Wham, fueron un perfecto aperitivo para la diversa oferta musical de la tarde.
Acto seguido se presentó el cantautor avecindado en Vicuña, Oscar Hauyon. El ovallino hizo un recorrido por canciones de sus tres álbumes solistas, además de compartir un homenaje electrónico a Violeta Parra. Ad portas de celebrar 20 años de carrera musical, el ex-Polter se presentó junto a un baterista y un DJ, con un set que equilibró prolijos sonidos dance con otros más experimentales.
Malessa, cuarteto de La Serena, matizó canciones de sus dos álbumes, con una performance energética, llena de una entrega física e interpretativa evidente. Su arsenal sonoro incluye evocaciones al nu metal, el hard rock clásico y al hip hop, con reivindicaciones sociales, políticas y ambientales. Su poderosa presencia lírica y musical, logró entusiasmar a los más rockeros de la audiencia.
La cuarta banda en presentarse fueron los heavy metaleros elquinos de Transilvania, cuando el día daba paso a la noche. Una agrupación que se encuentra celebrando 25 años de trayectoria, con un repertorio reconocido en la escena rockera y metalera elquina, y que destaca un apego irrestricto a la imaginería y la estética visual y sonora del heavy metal clásico, con canciones cuyo contenido lírico apunta a lo legendario y sobrenatural.
Lakitas Uma Wayra cerró las presentaciones regionales con una activa comparsa de músicos que contagiaron a los presentes rescatando sonidos ancestrales andinos. Esta agrupación está conformada por 18 músicos entre ellos 14 sopladores y 4 en percusiones. Su presencia no sólo se hizo festivamente tangible en el espacio del anfiteatro, sino en toda la feria asociada a este evento, recorriendo el espacio público, apelando y encantando de manera directa a los presentes.
Juana Fé fueron los encargados de terminar la jornada de música, con un repertorio que tomó varios de los mejores hits de la banda y los mezcló con su actual producción «Maleducao», premio Pulsar a «mejor artista música tropical» 2017. A esas alturas del espectáculo la fiesta se desató y logró congregar a la mayor cantidad de personas frente al escenario, quienes también pudieron sintonizar con los mensajes sociales de esta potente banda nacional.
Un día antes, los integrantes de Juana Fé generaron junto a los organizadores 4 talleres musicales, en las dependencias de la Casa de la Cultura de Vicuña. Producción musical, canto latinoamericano, guitarra eléctrica y percusión latina, fueron las apuestas disponibles para el público local, que vivió la música de una manera cercana, dialogada y definitivamente diferente.
El festival también tuvo momentos para desarrollar muestras audiovisuales, servir de puente para expresiones ambientalistas como la oposición al desarrollo de gran minería extractiva en Elqui y al corredor bioceánico. Una comunidad que se hace oír fuerte a través del arte, la cultura, el cuidado del patrimonio, el ambientalismo y la sustentabilidad.