Concurso “Protegiendo los Cielos Estrellados de Coquimbo” premió a sus ganadores
La iniciativa artística tuvo como objetivo generar conciencia sobre los impactos de la contaminación lumínica y valorar el patrimonio astronómico mundial del que goza la Región de Coquimbo.
El concurso fue realizado por la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, en conjunto con el observatorio AURA Chile y la Oficina de Protección de la Calidad de los Cielos. El evento finalizó con una visita diurna guiada por las instalaciones del Observatorio Inter-Americano Cerro Tololo. A 2.200 metros de altura en pleno Valle de Elqui, el curso del ganador, Cristóbal Alucema, alumno del colegio José Manuel Balmaceda de La Serena, conoció el funcionamiento del centro científico y sus telescopios.
La visita educativa formó parte de la premiación al primer lugar del concurso de dibujo “Protegiendo los Cielos Estrellados de Coquimbo”, donde estudiantes de 7° y 8° básico, de tos establecimientos educacionales de la región, participaron poniendo a prueba su creatividad con el objetivo de promover la protección de los cielos nocturnos.
El Seremi del Medio Ambiente, Cristian Felmer, explicó que estas iniciativas buscan generar conciencia, a nivel regional, sobre la excesiva iluminación en los espacios urbanos y rurales, impidiendo observar las estrellas en el país donde están los telescopios más avanzados del planeta.
“A partir de este concurso buscamos resaltar la importancia de la contaminación lumínica, cómo afecta a la biodiversidad, la salud humana y además de conocer la observación científica que está realizando los descubrimientos más importantes a nivel mundial desde el norte de Chile” afirmó Felmer.
Este tradicional certamen, además, entregó un telescopio y un galeidoscopio a los participantes que finalizaron en el segundo y tercer lugar: Constanza Juica Ulloa del Liceo Bicentenario Alejandro Álvarez Jofré de Ovalle y Emily Cocever Barraza del Colegio Valle del Choapa.
Finalmente, la ceremonia de premiación fue realizada en cerro Tololo, obsevatorio astronómico construido en 1962, cuyo nombre en lengua Aymará significa “Mirando al Abismo”. En la ocasión, se entregó un galvano de reconocimiento y libro de astronomía a Alucema, tras coronarse con el primer puesto con su dibujo “Sequedad Estrellada”.
