Por: Verónica Carmona Aldunate; Periodista y Diplomada en Dirección de Comunicaciones y Marketing Estratégico.
Vivimos en tiempos de actualidades urgentes; donde los medios de comunicación bombardean de información en cada minuto a una audiencia cada vez más adaptable a esa premura. Pero ¿Cuánto de eso llega de manera eficiente a dicha audiencia? Más que informar, el cómo hacerlo puede ser una gran clave para aquello.
Somos comunicadores por instinto. Las redes sociales han convertido al ciudadano común en un reportero autodidacta, donde con un simple celular inteligente es posible captar una foto y twittearlo además de postearlo en las distintas redes sociales que existen en el presente.
Asimismo, vivimos conectados por distintos canales; algunos más tradicionales que otros, pero siendo receptores de información de igual manera. Y es que hoy el informar es mucho más fácil y permisible.
¿Cuál es el desafío entonces para los profesionales de las comunicaciones? Sea para quienes forman parte de los medios de comunicación, así como quienes se dedican a la difusión y gestión de comunicación corporativa, existe un tremendo desafío para darle calidad a esa entrega informativa, sea desde la investigación de periodismo interpretativo con la que se aborda en multiplicidad de fuentes, así como en el “strategic thinking” que se comunica.
El dato duro no es suficiente. Las personas requieren cada vez más un análisis en base a una información, detenerse a reflexionar sobre un hecho noticioso, aprender, ser receptores activos de la noticia donde puedan tener derecho a opinión. Y es que la audiencia actual ya no es sólo receptiva; sino cada vez más participativa de lo que recibe.
En el caso de la comunicación corporativa, no es suficiente el comunicado de prensa, se requiere estrategia y búsqueda de nuevos recursos en las maneras de comunicar el mensaje de la empresa o institución que se asesora. Realizar actividades participativas y más que posicionar marcas, generar conceptos creativos es fundamental para marcar una ventaja competitiva en ésta área la que puede ser determinante para el éxito de la gestión.
Comunicamos porque es parte de nosotros, pero no olvidemos las señales intrínsecas detrás de cada información que emitimos, considerando la veracidad de ésta como el intangible clave para una credibilidad posicionada. Seamos emisores y receptores críticos con argumentos fehacientes, aportando más que destruyendo.
Apuesto por un mundo globalizado desde las personas y la manera de comunicar, informar y recepcionar dicha información es muy importante en aquello. Tenemos los canales pero por sobretodo la voluntad de cada uno de nosotros en aportar para esta sociedad de tiempos cada vez más expeditos, donde detenerse es un desafío pero también una gran oportunidad.
