El Túnel de Agua Negra y la pobre ruta 41 CH
Por: Juan Pinto Contreras; Ingeniero Constructor
El Túnel del Paso de Agua Negra es una obra bastante importante desde el punto de vista de la inversión de la magnificencia de obra y de lo estratégico que resulta, más para Argentina que para Chile, pero un túnel de esas características se entiende importante solo si forma pare de una ruta consolidada, que uniendo ambos países ofrezca una solución a un problema concreto y con ello constituya un factor de desarrollo económico para ambos.
Ahora, ni lo uno ni lo otro. De esta obra se viene hablando y analizando desde la década del ochenta. Muchas comisiones; viajes y reuniones en ambos lados de la cordillera; comisiones y comilonas, digámoslo. Con discursos de intendentes, alcaldes y parlamentarios, con una prosa propia de nuestros próceres, con los ojos al cielo y espada en ristre. ( En eso los cuyanos nos ganan lejos), de esos que dan ganas de llorar por la hermandad chileno-argentina, al ritmo de zamba y cueca y mucho vino. Profundos estudios pagados por los gobiernos, que dan cuenta de una inminente intervención del mercado asiático, trasporte de soja, turismo y otros, todo para decir que el túnel es necesario, que incluso se justifica el llamado Corredor Bioceánico. Hasta allí vamos bien. Sin embargo nada da cuenta del profundo desequilibrio que, al estado actual de las cosas, se producirá entre el tránsito de todo tipo que se generaría con la construcción del túnel y la capacidad de la actual ruta 41ch, ya saturada con el tránsito local, sin considerar el impacto sobre las localidades del valle.
Como los chilenos somos expertos en desequilibrios. Tenemos de todo tipo: Desequilibrio en los ingresos; desequilibrio en el uso del agua; desequilibrio en la educación; desequilibrio por el brutal centralismo, etc. Y como somos también expertos en “ echarle para adelante” cumpliendo objetivos de corto plazo, sin coordinación entre ministerios, menos con comunidades locales, con este túnel necesario por cierto, estamos a punto de iniciar un proceso que nos dará magros resultados en la habilitación de la ruta internacional, si no se toman medidas ahora con la capacidad de la ruta 41, ya sea con un nuevo trazado o con su rediseño de manera que no alteren las condiciones locales de transporte del Valle de Elqui, en cuanto a su actividad productiva, trasporte colectivo , turismo, etc. y tampoco no se afecte el patrimonio ambiental que tanto ha costado mantener.
Reiterando lo de la ruta 41, para nadie es un misterio que el actual estándar le ruta no da para más. Solo la demanda actual ha generado para Vicuña una accidentabilidad de 352,84 (acc./ 10.000 hab), ( CONASET 2013.) que iguala a Coquimbo; y en este año van ya 6 fallecidos. Sin duda que las responsabilidades son de quienes conducen pero la accidentabilidad aumenta año a año y eso va en directa relación con la cantidad de vehículos. Quienes conducimos por dicha ruta sabemos que su capacidad colapsa a menudo y amerita su revisión, es decir, no da para más.
Por lo tanto, es procedente preguntarse si el túnel del paso de Agua Negra facilitará el tránsito internacional a través de la actual ruta 41 Ch, aumentando el TMDA es decir el tránsito medio anual, y el tipo de este, cuál será entonces la medida que se tomará o se tiene en mente para que esta ruta no colapse poniendo en riesgo a las mismas personas que son objeto de la inversión pública señalada. Esto sin considerar las futuras faenas mineras que sin duda aumentarán los riesgos de la ruta. No se puede pensar en dejar el actual trazado de la ruta 41. Sería nefasto. Es dable sugerir entonces pensar en un trazado de una nueva ruta, por el norte de la comuna y llegando al pacífico por la comuna de La Higuera, dando oportunidad de desarrollo a esa comuna también y no seguir con la majadera idea de seguir concentrando todo y sobre exigiendo lo existente so pretexto de que serían muchos los recursos. Al menos se está a tiempo y es conveniente considerarlo.