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Fundación de EE.UU destina importantes recursos para mitigar impacto de satélites en la astronomía

La Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos concedió 750.000 dólares a proyecto que busca minimizar el impacto científico de las constelaciones de satélites en los observatorios astronómicos.

El Centro para la Protección del Cielo Oscuro y Silencioso frente a las Interferencias de las Constelaciones de Satélites de la Unión Astronómica Internacional (IAU CPS, por sus siglas en inglés), recibió un importante fondo de SWIFT-SAT, de parte de la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de Estados Unidos, para desarrollar un conjunto de herramientas de software y servicios en línea de acceso público que permitan a los astrónomos predecir con precisión las posiciones, el tiempo de paso y el brillo de los satélites.

Una primera herramienta llamada SatChecker, cuya primera versión ya fue desarrollada por miembros de CPS, y ayudará a los observatorios terrestres con predicciones precisas de las posiciones de los satélites y su brillo óptico. Esta valiosa información ayudará a los astrónomos a adaptar los calendarios de observación y a mitigar algunos impactos negativos en sus observaciones.

Al respecto, la codirectora del CPS de la IAU y una de las investigadoras principales de NOIRLab en la propuesta SWIFT-SAT, Connie Walker, dijo que “este financiamiento de la NSF permitirá mejorar la capacidad de los observatorios para reducir la frecuencia de los pasos de satélites que afectan a las observaciones, mejorando así los resultados científicos”.

En la última década se ha producido un aumento exploisivo de las constelaciones comerciales, con el lanzamiento de miles de satélites en órbita terrestre baja. En tan sólo cinco años se pusieron en órbita más de 7.000 constelaciones de satélites, casi tantos como el número de satélites individuales lanzados desde los albores de la Era Espacial. Su número, alto brillo y emisiones de radio suponen un gran desafío para los telescopios terrestres cuando sobrevuelan durante las observaciones astronómicas. 

El fondo de la NSF va a ir en apoyo del trabajo del CPS SatHub, un esfuerzo internacional de 200 miembros que trabaja en la recolección y análisis de observaciones de satélites artificiales y pretende centralizar el desarrollo de herramientas de software para la comunidad.

Además de desarrollar herramientas para pronosticar con mayor precisión los pasos de los satélites, el financiamiento permitirá mitigar el impacto de dos objetivos científicos clave para los diez años de la Investigación del Espacio-Tiempo como Legado para la posteridad (LSST) del proyecto Vera C. Rubin: La caracterización de fenómenos transitorios y la realización de un censo del Sistema Solar.

La Codirectora del CPS SatHub e investigadora científica de la Universidad de Washington, Meredith Rawls, que trabaja para el proyecto Rubin y asesorará a sus colegas que trabajarán en el proyecto financiado por NSF, señaló que «Rubin está por comenzar un estudio pionero del cielo nocturno que durará una década y que verá montones de líneas, destellos y llamaradas de satélites artificiales. Este fondo nos permitirá comprender mejor este desafío y mitigar los impactos científicos resultantes en los productos de datos de Rubin”.

La noticia de la NSF surgió luego de una serie de avances positivos sobre la protección del cielo oscuro y tranquilo frente a las interferencias de las constelaciones de satélites en los últimos meses.

En diciembre una agencia de Naciones Unidas, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), acordó examinar en los próximos tres años los riesgos que plantean las interferencias de las constelaciones de satélites para la protección de las zonas tranquilas y los radiotelescopios, tras intensos debates que desembocaron en una resolución respaldada por sus 139 países miembros.

Asimismo, la Comisión de Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), máximo organismo de la ONU para asuntos espaciales, aprobó en junio la inclusión de un punto en el orden del día de uno de sus subcomités para los próximos cinco años con el fin de abordar los nuevos problemas y retos que plantean las grandes constelaciones de satélites. Varias docenas de naciones han apoyado los esfuerzos para abordar este tema en el seno de la COPUOS, lo que ha dado lugar a la creación de un Grupo de Amigos del Cielo Oscuro y Silencioso en el seno de la COPUOS para promover la concientización sobre este asunto.

Con un impulso cada vez mayor en organismos internacionales como ITU y COPUOS, el CPS —que hasta ahora funcionaba en gran parte gracias al esfuerzo de voluntarios, una pequeña subvención de la UAI y el apoyo en especie de sus instituciones anfitrionas NOIRLab y SKAO — pretende aumentar su capacidad de apoyo a la protección del cielo oscuro y silencioso consiguiendo financiamiento adicional para llevar a cabo investigaciones y análisis.

“En los últimos meses se ha avanzado mucho en la concientización sobre este tema”, precisó el director interino de CPS, Richard Green, agregando que “ahora necesitamos más apoyo financiero y promoción a nivel nacional para convencer a los responsables políticos de la necesidad de tomar medidas y de que la industria colabore con el campo de la astronomía para mitigar el impacto de las constelaciones de satélites”.

La próxima semana, en la Asamblea General de la IAU en Ciudad del Cabo, SudÁfrica, los 12.000 miembros de la IAU tendrán la oportunidad de votar una resolución que propone añadir por primera vez la protección del cielo oscuro y tranquilo al mandato de la IAU. De este modo se instará a la IAU para que motive a organizaciones de casi 100 países miembros a defender la protección del cielo oscuro y silencioso ante sus respectivos gobiernos. La adopción de la resolución reforzaría el mandato de la UAI y de la SPI para hacer frente a los retos que las constelaciones de satélites presentan a la astronomía, así como incrementar las presiones a los gobiernos para fortalecer la legislación con el fin de proteger las grandes inversiones públicas en infraestructuras astronómicas.

Notas

[1] Los financiamientos SWIFT-SAT (Espectro e Innovación Inalámbrica para el desarrollo de las Futuras tecnologías de Coexistencia satélite-terrestre) apoyan la investigación sobre técnicas para superar los conflictos de interferencias radioeléctricas y contaminación lumínica entre usuarios de satélites (comunicaciones, sensores terrestres) y usuarios terrestres (comunicaciones, astronomía) permitiendo un crecimiento del uso en beneficio de la sociedad.

[2] El fondo de la NSF financia un puesto de estudiante de postgrado en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (UIUC) y una posición doctoral de NOIRLab en UC Davis. Adicionalmente, se pondrá a disposición del proyecto un millón de horas de computación en las supercomputadoras de UIUC. La Corporación Aerospace proporcionará información precisa sobre las órbitas de los objetos espaciales a través de la Oficina de Comercio Espacial de Estados Unidos.

Cristian Pérez Trujillo

Periodista, Licenciado en Comunicación Social, de la Universidad de La Serena. Nacido en Vicuña y criado en el Valle de Elqui. Amante de la tierra elquina, de los deportes y la cultura.

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