Iglesia Antigua de Rivadavia
Esta iglesia estaba emplazada en la calle principal del pueblo de Rivadavia, que por ese entonces, tenía su centro en los actuales terrenos de la legendaria y aún vigente » Casa Rosada».
Su altar mayor, coro y puertas, todo de madera noble y mármol, así como su imponente torre campanario que albergaba unas inmensas campanas forjadas en bronce y oro que cuando tañían se escuchaban hasta Tres Cruces por el Río Claro y Las Mercedes por el Río Turbio.
Su sacristán y cuidador fue por toda la vida el viejo Palmita, un comunista de tomo y lomo, culto, gran lector y amante del vino tinto, que cuando le comunicaron que debía dejar la vieja Iglesia, porque había sido vendida, le sobrevino una gran pena y rabia, que lo dejó ciego hasta los días de hoy.
Una pena que el progreso y el dinero pudieron más y desapareció del paisaje del valle elquino, este invaluable monumento que nació y vio crecer la vida de “Amipum”, nombre originario de Rivadavia.
Sus habitantes disfrutaban cada tarde de su placita con arboles añosos donde tejían su sinfonía tordos, zorzales y alguna tenca despistada, hoy por hoy sólo estas viejas fotos históricas.