Juzgado de Garantía de Vicuña ordena la prisión preventiva de imputados por secuestro con homicidio en Paihuano
Dejó sujetos a las medidas cautelares de prisión preventiva y prohibición de comunicarse con los coimputados a S.I.P.H. y G.I.A.M.
El Juzgado de Garantía de Vicuña dejó hoy –jueves 19 de enero– sujetos a las medidas cautelares de prisión preventiva y prohibición de comunicarse con los coimputados a S.I.P.H. y G.I.A.M., sindicados por el Ministerio Público como autor y encubridor, respectivamente, del delito de secuestro con homicidio y como autores del delito de inhumación ilegal. Ilícitos perpetrados a fines de noviembre del año recién pasado, en la comuna de Paihuano.
En la audiencia de formalización, la magistrada Doris Molina Palma ordenó el ingreso de S.I.P.H. al Centro de Detención Preventiva de Ovalle y de G.I.A.M. al Complejo Penitenciario de La Serena, por considerar que la libertad de los imputados constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, se mantuvo el plazo de investigación de 180 días, fijado el 7 el diciembre pasado, en la audiencia en que se formalizó investigación en contra de los primeros detenidos en la causa, los que también se encuentran privados de libertad.
Al resolver las cautelares que deberán cumplir S.I.P.H. y G.I.A.M., la jueza Molina Palma consideró que en la audiencia se aportaron: “(…) antecedentes calificados que permiten al tribunal considerar que la libertad de los imputados es peligrosa para la seguridad de la sociedad, unido a la necesidad de cautela del artículo 139 del mismo cuerpo legal, el tribunal tomará en consideración las siguientes circunstancias: Primero la gravedad de la pena asignada al delito de secuestro con homicidio contemplada en el artículo 141 del Código Penal toda vez que el mismo es castigado con presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado”.
“Segundo, se tiene en consideración el carácter de los mismos, toda vez que la afectación del bien jurídico protegido es la vida y la integridad física de una persona, ambos bienes afectados gravemente, pues la persona primeramente agredida finalmente resultó fallecida”, añadió.
“En tercero lugar, el hecho de haber actuado en grupo o pandilla, pues la secuencia de hechos que terminó con el fallecimiento de la víctima fue perpetrada por diversos actores y cada uno cumplió una acción específica en diversos momentos, horarios y circunstancias”, concluyó.
Según el ente persecutor, en horas de la tarde del 28 noviembre de 2022, el imputado J.S.M.O. (en prisión preventiva) con la intención de matar y secuestrar a la víctima, le propuso a la imputada A.A.M.Z. (en prisión preventiva) que se reuniera con su amigo, la víctima, en un lugar solitario de la comuna y le informara cuando estuviera ahí, y a cambio recibiría la suma de $50.000 (cincuenta mil pesos). Poco después, a través de la aplicación Messenger, la imputada contactó a la víctima, con quien se puso de acuerdo para juntarse e ir a la ribera del río, sector La Rinconada, en la comuna de Paihuano, lo que ocurrió cerca de las 22 horas de la misma jornada.
Una vez en el lugar, la imputada avisó a J.S.M.O., quien junto a otros dos sujetos llegó adonde se encontraba junto a la víctima, a quien golpearon y subieron en contra de su voluntad a un vehículo en el cual lo trasladaron hasta el domicilio de J.S.M.O. Inmueble donde lo amarraron y golpearon en el rostro y cuerpo hasta provocarle la muerte. Agresión que fue presenciada por S.I.P.H., quien cumplía funciones de vigilancia y de evitar cualquier eventual intento de fuga de la víctima.
Al día siguiente, el 29 de noviembre, el imputado J.S.M.O. citó a S.I.P.H., G.I.A.M. y otros sujetos (cuatro de ellos en prisión preventiva) para que le ayudaran a hacer desaparecer el cuerpo de la víctima y borrar cualquier indicio del secuestro y homicidio, procediendo S.I.P.H., en conocimiento de que la víctima había sido secuestrada y golpeada hasta la muerte, a ayudar a subir el cuerpo a un automóvil, marca Nissan, para trasladarlo hasta el sector de Rivadavia. Posteriormente, S.I.P.H., G.I.A.M. y los demás implicados se trasladaron hasta una quebrada ubicada en la ruta Antakari de Vicuña, lugar donde enterraron el cuerpo para luego regresar todos hasta el inmueble de J.S.M.O.
