Más del 50% de beneficiarios de proyecto de huertas urbanas de INIA ya cosechan sus propios alimentos
Fueron 20 las organizaciones sociales elegidas para implementar los invernaderos y mesas de cultivo, a las cuales, mediante talleres, se les enseñó a reciclar sus residuos orgánicos domiciliarios, a hacer almácigos y a cultivar sus propios vegetales.
Entusiasmados y felices, así se encuentran quienes fueron beneficiados con el proyecto “Valorización de residuos orgánicos domiciliarios a través de huertas urbanas”, ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi y financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo.
Y no es para menos, ya que más del 50% de las y los beneficiarios del proyecto ya probaron sus primeros vegetales cultivados por ellos mismos en los invernaderos habilitados en diferentes zonas de la región, finalizando, además, los cinco talleres, mediante los cuales se les capacitó en elaboración de compost y vermicompost con sus propios residuos orgánicos domiciliarios, producción de plantas a través de almácigos y cultivo de vegetales.
Constanza Jana, investigadora de INIA Intihuasi y directora del proyecto explicó que con la iniciativa se instalará un total de 20 invernaderos, de los cuales el 50% ya se encuentran habilitados, “ya estamos terminando la parte de los talleres y las huertas ya están implementadas. Ahora tenemos que seguir con los nuevos que son los que están un poquito más lejos, entonces tenemos que irnos a Los Vilos y hacia Vicuña”.
Jana comentó que la recepción ha sido muy buena, “la gente está muy contenta, ya han sacado cosechas y eso nos llena de alegría, porque aprenden cada vez más a producir sus propios alimentos y hacer esta comunidad con sus vecinos o con la gente de la misma organización para poder trabajar en conjunto la huerta”, aseverando que además de los beneficios de los alimentos en sí, trabajar en el cuidado de la huerta tiene beneficios psicológicos, “la gente cuando trabaja en la tierra está mucho más contenta, está mucho mejor y eso ya está comprobado también”.
Experiencia en Coquimbo
Una de las organizaciones sociales que recientemente concluyó con el ciclo de talleres es el conformado por vecinos y vecinas de la tercera edad de la comuna de Coquimbo, quienes habilitaron su invernadero y huerta en el sector El Culebrón.
Edith Silva, vecina del sector, agradeció la oportunidad de formar parte de este proyecto, “muy agradecida porque uno siempre aprende todos los días algo y yo soy una de las convencidas que plantando un arbolito una va a cambiar el clima, va a cambiar el planeta, va a cuidar el medioambiente y nuestro planeta que lo que más necesita es que lo cuidemos. Yo reciclo todo lo que pillo, rescato plantas y uno acá aprende como hacerlo, como germinar una semilla, como después darle el cuidado que se tiene que hacer y después trasplantar”.
Ana Cortés, de San Juan, indicó que fue muy interesante, “aprendimos bastante, porque hay tipos de tierra, hay tipos de material que tienen que ser orgánicos porque eso es sano para nuestro cuerpo así que quedé yo con el conocimiento, ya hice varias cosas que me enseñaron y lo estoy aplicando”.
Angélica Jopia, de la villa Fedeco, sostuvo que quedó maravillada, “he aprendido bastante y ya lo estoy practicando en mi casa, estoy comprando los insumos para implementar mi huerta, no reciclaba, ahora estoy reciclando, ya tengo mi compostera, ya tengo unas lombrices que me conseguí porque todo eso nos lo enseñaron acá en el curso, estamos muy felices y enseñándole a mi nieto de 11 años, está aprendiendo a reciclar que es lo importante”.
Lorena Cortés, coordinadora de educación ambiental y reciclaje de orgánicos del Punto Limpio el Culebrón de la Municipalidad de Coquimbo explicó que fueron en total 45 personas las que se capacitaron en este sector, “desde el año pasado fuimos beneficiarios del proyecto, el cual incluye la implementación completa de un invernadero con el seguimiento y acompañamiento de un año de trabajo con todos los insumos y materiales y herramientas que se requieren para capacitar y formar a la comunidad en el reciclaje orgánico y en el autocultivo, es por eso que en conjunto con la Oficina de Participación Ciudadana y la Oficina de Adulto Mayor se buscó un nicho de personas que quisiera participar”.
Cortés indicó además que, “ha sido un muy lindo proyecto, la gente se comprometió muchísimo, hubo mucha asistencia mucha participación, ha sido super significativo”.
Los nuevos talleres
El proyecto “Valorización de residuos orgánicos domiciliarios a través de huertas urbanas” sigue capacitando a vecinos y vecinas de la región, es así como ya comenzaron los talleres en la Aldea Elquina, en Vicuña.
Orlando Jopia, recolector de plantas medicinales y yerbatero, agradeció la oportunidad de participar, “es muy importante para nosotros, eso está entusiasmador, si es de semillas y tierra mejor para mí”, por su parte María Heredia, productora de mermeladas, indicó que “es un muy buen proyecto, en especial para mí, yo tengo una casa muy pequeña y a veces los residuos orgánicos se los daba a gente que tiene animalitos pero no siempre los retiran a tiempo y cuando se juntaba lo echaba a la basura, ahora no, ahora lo voy a traer para acá y me sirve porque puedo traer de a poco, hago muchas plantitas así que me va a servir para mucho”.
Es importante mencionar que a través de la iniciativa se busca contribuir al desarrollo de ciudades sostenibles mediante la reducción del volumen de desperdicios orgánicos que terminan en vertederos, rellenos sanitarios o microbasurales, y aprovechar estos mismos desechos en la agricultura, considerando que actualmente solo el 1% de los residuos orgánicos generados por los hogares se recicla.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.