Mi niña mujer
Por: Patricia Salinas Morán; Mediadora Familiar
Hay una famosa canción del grupo musical Los Jaivas, Mira Niñita, que dice en parte de su letra. “Mira niñita te voy a llevar a ver la luna brillando en el mar”, que linda forma de decirle a una hija Te amo.
Cuantas veces los hijos nos dan esos momentos mágicos de felicidad que dejan el tiempo suspendido y que el inútil afán diario que ocupa nuestro tiempo con una pretendida utilidad, quedan de lado. El tiempo se detiene y se hace extenso generoso, lo disfrutamos en plenitud, queremos que ese tiempo no termine nunca y no necesitamos nada porque lo tenemos todo para ser felices.
Estos momentos mágicos nos vuelven livianos, jóvenes, felices, optimistas y conscientes de esa felicidad, y he sido afortunada en vivir esta semana un momento de aquellos, cuando junto a mi familia acompañamos a mi hija a recibir su titulo profesional.
Vuelves a revivir cuando esa hija nació y se incorporo a la familia, piensas en tantos momentos juntas, donde ella formo su carácter y también donde transmitimos Miedos e inseguridades, junto con fortalezas y valores. Nunca ser padres ha sido tarea fácil, es así como generación tras generación lucha por mejorar en su rol de padres y no repetir los errores de nuestros antecesores; tarea de la que no siempre salimos victoriosos.
Con mis pensamientos sigo caminando rauda por las calles de un Santiago semi vacio a esa hora de la mañana y continuo con mis pensamientos viviendo este momento mágico a plenitud. Me lleva por esas calles mi hija Daniela nacida en la tierra de Gabriela, una elquina orgullosa, que trae la fuerza del Valle de Elqui, la plenitud de sus montañas, la hermosura de sus paisajes, y el empuje de sus mujeres, especialmente de sus Abuelas, tías y de su Tía ausente Pipi. Como dice la canción ya citada del grupo chileno, Los Jaivas”. En tu pecho florecerán colores de Amor”, Sin duda esos colores ya han florecido para mi niña mujer.