¿Qué dice la ciencia sobre la situación hídrica de la Región de Coquimbo?

Preguntamos a especialistas del Centro Científico CEAZA sobre el pronóstico de precipitaciones para este año 2025, cómo ha cambiado el clima de la zona y cómo se proyecta hacia el futuro, como también, cuál es el rol de la ciencia ante la escasez hídrica.
¿Cuál es la situación hídrica de la Región de Coquimbo?
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA: “A la fecha (marzo 2025), el promedio de agua embalsada respecto a su capacidad total en la provincia de Elqui promedia un 18,6%; en Limarí un 11.3% y en Choapa un 88,2%. Los datos reflejan que la escasez hídrica persiste, a pesar de que la mayoría de las estaciones meteorológicas de CEAZA registraron un superávit de precipitaciones durante el año 2024”
¿Qué pasa con el Fenómeno de El Niño / La Niña ?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: “Actualmente estamos en una fase La Niña, esta fase se ha caracterizado por ser débil. Entonces, ocurre que se está más cerca de una fase Neutra que de una fase La Niña intensa, y como los modelos de pronóstico tienden a consensuar que continuaría el debilitamiento de la fase La Niña, entonces estimamos que lo más probable es que durante el otoño se establezca una vez más una fase Neutra del ciclo ENOS. Recién hacia la primavera podría volver una fase La Niña, o con menor probabilidad una fase El Niño”.
¿Será un año lluvioso?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: “El trimestre marzo – abril – mayo da inicio a la temporada lluviosa en la región. Aunque con diferentes niveles de incertidumbre, todos los modelos globales consensuan un inicio de temporada con precipitación bajo el rango normal para la época del año, lo que significa que debiese persistir la condición seca”.
“Los modelos climáticos indican un invierno seco, pero es necesario realizar un pronóstico con mayor precisión durante el otoño”.
Tomás Caballero, meteorólogo del Centro Científico CEAZA: “Si bien históricamente se ha asociado en Chile Central una fase El Niño con años lluviosos y una fase La Niña con años secos, durante los últimos años las investigaciones han revelado otros factores que afectan la ocurrencia y la magnitud de la precipitación en la región. Hoy en día, debido al cambio climático y a que disponemos de mayor información climatológica, sabemos que este ciclo puede interactuar con fenómenos de escala menor que dificultan la predictibilidad de sus impactos respecto a décadas anteriores”.
¿La Región de Coquimbo continuará siendo una zona con escasez hídrica?
Cristian Orrego, coordinador del área meteorológica del CEAZA: “Debido a que el cambio climático es un proceso lento, gradual e inminente y que parte de los efectos esperados en la región es la disminución de las precipitaciones se espera que el proceso de desertificación continúe.
Las sequías de corto y largo plazo también se esperan que sigan ocurriendo.Se sugiere acuñar el término “desertificación” de la región de Coquimbo, ya que el concepto sequía no abarca la magnitud, espacialidad y temporalidad de la situación climática que afecta a la región”.
¿Qué es la desertificación?
Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias del CEAZA: ‘La desertificación es el proceso de degradación del suelo, debido entre otros factores a la prolongada sequía que experimenta la región como uno de los efectos del cambio climático. La desertificación se asocia a un período prolongado en donde la falta de precipitaciones es de tal nivel, que el suelo comienza a perder su calidad para ser cultivable”.
¿Cómo ha cambiado el clima en la Región de Coquimbo en las últimas décadas?
Limbert Torrez, investigador del Centro Científico CEAZA: “La Región de Coquimbo se caracteriza por ser una zona de clima semiárido y ha experimentado cambios significativos en precipitaciones y temperaturas asociadas en parte al cambio climático de origen antropogénico (provocado por el ser humano) en la última década. En este periodo se ha evidenciado una consistente disminución de la precipitación y un incremento de la temperatura, reflejados en una disminución del caudal de distintas cuencas y la disminución en la precipitación durante el periodo conocido como la mega sequía.
En términos generales, la disminución de la precipitación está asociada con patrones climáticos de gran escala, incluida la influencia del ENOS (El Niño Oscilación Sur), fuertemente correlacionado con la variabilidad de precipitaciones en la región. Además, el análisis del Índice de Precipitación Estandarizado (IPS) revela una reducción significativa de las precipitaciones en las últimas décadas”.
¿Cómo cambiará el clima en las próximas décadas? ¿Es posible proyectar la tendencia de temperatura y precipitaciones?
Dr. Limbert Torrez, investigador del Centro Científico CEAZA: “Las tendencias históricas muestran una disminución de precipitaciones en general para toda la región, además de un incremento de la temperatura en la regiones de mayor elevación, en contraste con la tendencia al enfriamiento en las regiones costeras. Estas tendencias también se pueden observar en las proyecciones climatológicas a largo plazo, que muestran en la mayoría de los modelos, una marcada disminución de la precipitación para finales de siglo además de un incremento generalizado de la temperatura.
En el contexto de escasez hídrica y cambio climático ¿Cuál es el rol de un centro científico regional como lo es el CEAZA?
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA: “Durante 21 años, hemos estudiado nuestro territorio desde diversas disciplinas científicas, como la glaciología, la hidrogeología, la meteorología, la climatología y la planificación territorial. Estas investigaciones han sido fundamentales para comprender el proceso de aridización que enfrenta la Región. Sin embargo, más allá de diagnosticar la problemática, es crucial generar soluciones efectivas.
En este contexto, a través de diversos proyectos e iniciativas, hemos apostado por la implementación de tecnologías enfocadas en la eficiencia hídrica. Y a partir de este año 2025, profundizaremos en soluciones que no sólo permitan una mejor gestión del recurso hídrico, sino que también sean resilientes al cambio climático y la creciente aridización
En el Día del Agua, como centro científico queremos decir que la evidencia es clara: nuestros glaciares están en retroceso, los embalses se encuentran en una situación crítica y el desafío hídrico es cada vez mayor. No podemos postergar las acciones necesarias para lograr una gestión eficiente del agua. Es momento de actuar ahora, con estrategias concretas y sustentables”.