Retrato Mistraliano del Museo de Vicuña llega a la Bienal de Venecia
La obra ‘Retrato de Gabriela Mistral’ de Laura Rodig (1901-1972), parte de la colección del museo de Vicuña, junto a tres obras pertenecientes a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, forman parte de la 60ª Exposición Internacional de Arte Bienal de Venecia, dando un paso relevante hacia la internacionalización del acervo institucional y de la creación artística nacional.
Se ha seleccionado la obra «Retrato de Gabriela Mistral» de Laura Rodig, parte de la colección del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, para su exhibición en la 60ª Bienal de Venecia. Este evento establece un hito en la historia cultural de Chile, marcando la primera ocasión en que un museo regional del país logra reconocimiento en una plataforma internacional de tal envergadura.
De esta forma, este retrato de Gabriela Mistral, creado entre 1920 y 1924, se ha unido a otras notables obras visuales chilenas que ya son parte de la exhibición en Venecia, como “Mllaküyen” (s/f), de Celia Leyton , “La negra” (1931) de María Aranís y “La viajera (1928)” de Camilo Mori, de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, y el Mural Bordadoras de Isla Negra (1972), que preserva el Centro Gabriela Mistral (GAM).
El «Retrato de Gabriela Mistral» de Laura Rodig fue redescubierto gracias a la exposición «Laura Rodig: Obras para Gabriela», una iniciativa conjunta desarrollada en 2023 entre el Museo Gabriela Mistral de Vicuña y el Museo Histórico Gabriel González Videla de La Serena. La colaboración entre estas dos entidades ha permitido rescatar y dar nueva vida a piezas históricas, incluyendo este retrato, que había permanecido durante años en el depósito del museo elquino, integrándose esporádicamente en otras muestras.
La inclusión de la obra de Rodig en la Bienal de Venecia es un reconocimiento no solo al legado de la artista y de Gabriela Mistral, sino también un hito para la región de Coquimbo, que ahora se proyecta en el escenario cultural global. Bajo la curatoría de Adriano Pedrosa y con el lema «Extranjeros por todas partes», la Bienal se enfoca en la temática de movimiento transfronterizo de personas, abordando asuntos de identidad, nacionalidad, raza, género, sexualidad, desigualdad y libertad. La selección de Pedrosa resalta la importancia de artistas inmigrantes, queer, outsiders, autodidactas e indígenas, enfatizando la diversidad y la inclusión en el arte contemporáneo.
Leslie Azócar, directora del Museo de Gabriela Mistral de Vicuña, comenta: “Es muy importante que la obra Retrato de Gabriela Mistral de Laura Rodig, esté presente en la Bienal de Venecia, ya que nos muestra a una Gabriela Mistral más joven, algo que no estamos acostumbrados a ver de la representación figurativa de la imagen de la poeta. Además, es relevante desde el punto de vista de la historia del arte chileno ya que es un documento histórico significativo y desde ese punto de vista es fundamental la presencia de esta obra en un lugar como lo es el pabellón central de la Bienal.
La conservación de las obras para su traslado a Venecia ha sido una prioridad. El «Retrato de Gabriela Mistral», junto con otras obras seleccionadas, ha pasado por un meticuloso proceso de limpieza y fortalecimiento, incluyendo una protección de policarbonato para salvaguardarlas de posibles daños y cambios en la humedad relativa. La coordinación del desplazamiento se realizó en colaboración con el Servicio Nacional del Patrimonio, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y la División de Culturas, Artes, Patrimonio y Diplomacia Pública (Dirac).
Laura Rodig
Laura Rodig Pizarro, nacida en Los Andes el 7 de junio de 1901 y fallecida en Santiago el 30 de octubre de 1972, fue una figura prominente en el panorama artístico y cultural de Chile. Como pintora, escultora, docente, ilustradora y activista, Rodig se distinguió por ser una de las artistas más relevantes de su generación, integrando la vanguardia intelectual y política latinoamericana. Su enfoque en la didáctica museística fue pionero, contribuyendo significativamente a la evolución de esta disciplina.
Más allá de su arte y enseñanza, Rodig se comprometió profundamente con causas sociales y políticas, lo que la situó en el centro de la persecución durante el gobierno de Gabriel González Videla, bajo la «Ley Maldita» que proscribió al Partido Comunista y a sus seguidores. Esta vinculación política no solo marcó su trayectoria personal y profesional, sino que también influyó en su obra, dotándola de un carácter distintivo y profundamente humano.
La relación de Rodig con el Valle de Elqui, y en particular con Vicuña, fue significativa. Pasó varias temporadas en la casa de Isolina Barraza de Estay, investigadora y figura clave en la fundación del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, siendo la primera directora de la biblioteca que dio origen al museo. Este vínculo proporcionó a Rodig una conexión especial tanto con la región como con Gabriela Mistral. Esta relación personal y espacial con Mistral y Elqui se refleja en su obra, evidenciando una resonancia emocional y cultural que trasciende el tiempo y el espacio, y que hoy se celebra con su presencia en la Bienal de Venecia.