SAG instala dispositivos para control de plaga Lobesia botrana en Peralillo
A la fecha existen 11 áreas reglamentadas y se han detectado 77 ejemplares de la plaga en la región, la que aún mantiene su estado de “en vías de erradicación de Lobesia botrana”.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del Ministerio de Agricultura informó que tras las 77 detecciones de Lobesia botrana realizadas a la fecha, aumentarán los sistemas de control con el objetivo de evitar el aumento de la plaga en la región, la que aún mantiene su estado de región en vías de erradicación de Lobesia botrana.
Para ello es que aumentarán la instalación de confusores sexuales, el cual es un dispositivo que emite una feromona que atrae a los ejemplares machos y evita la copulación con la hembra, evitando su reproducción. Al respecto, el director regional del SAG, Jorge Fernández, explicó que “en la región instalaremos un total de 126.550 dispositivos con el objetivo de reforzar nuestro trabajo y lograr la erradicación de la plaga en el mediano plazo. En la provincia de Elqui se pondrán 2.250 emisores, en Limarí 93.600 y en Choapa 30.700”.
El Seremi de Agricultura, Andrés Chiang, agregó que “uno de los objetivos del Servicio Agrícola y Ganadero es erradicar en el mediano plazo esta plaga de la región, que actualmente cuenta con 11 áreas reglamentadas y que se encuentran distribuidas en los sectores de Peralillo, Sindempart y Las Compañías, para el caso de Elqui; Ovalle, Campo Lindo y El Palqui, en la provincia de Limarí; y Quilimarí, Los Vilos, Illapel, La Colonia y Llimpo en el Choapa”.
Además de la instalación de los dispositivos, el SAG informa que para lograr un control más efectivo, se realiza la aplicación de un control químico “el objetivo es atacar esta plaga a través de diferentes vías. Una de ellas es evitando su reproducción y otra es a través de la aplicación de químicos que nos permitan ejercer un mayor control”, explicó el director regional del SAG.
La plaga Lobesia botrana también es conocida como la “polilla del racimo de la vid” y genera grandes daños en las producciones de uva al atacar los viñedos, su larva provoca un deterioro directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas.