Entrevistas

Simón Alquinta: “No es un reconocimiento a mi persona, sino que es un reconocimiento a una trayectoria familiar”

Simón Alquinta Sirvent nombrado hijo ilustre 2017 por ser gran impulsor del deporte local y alto espíritu de servicio público.

 Hablar del Supermercado Alquinta, ubicado en la céntrica calle Chacabuco esquina Prat es hablar de Simón “Yeyé” Alquinta (59), el conocido pequeño empresario, deportista y ex concejal vicuñense que por 16 años se hizo mucho más conocido de lo que ya era por ser parte del Consejo Municipal de Vicuña desde el año 2.000 y por la cercanía con las personas. Cuando recibió la noticia de su reconocimiento como el hijo ilustre de Vicuña 2017, lo tomó por sorpresa y no se sentía merecedor, aunque después de reflexionar, se dio cuenta que tenía sentido la distinción, pues su trayectoria lo avalaba.

¿Cómo recibió la noticia de que sería el hijo ilustre 2017?

-Cuando recibí una llamada telefónica del señor alcalde Rafael Vera comentándome de la nominación para hijo ilustre y que había sido aprobado por unanimidad por el Concejo Municipal la verdad es que en un comienzo sentí que me quedaba muy grande el nombramiento de hijo ilustre, porque uno que está acostumbrado a trabajar y trabajar y solo trabajar sin esperar recompensa ni nada, sentía que no me lo merecía en el fondo, pero después de un par de conversaciones más, no podía decir que no y acepté, y después analizándolo en profundidad, en calma y silencio, efectivamente como que no es un reconocimiento a mi persona, sino que es un reconocimiento a una trayectoria familiar, desde ese punto de vista lo he tomado y siento que puede ser hasta justo.

Y es que la vocación por servir a la comunidad está en su ADN, la vio desde muy niño con los ejemplos de su familia, en especial de su abuelita Elena Molina, que siempre estuvo dispuesta a compartir y apoyar a los vicuñenses, y también sin duda los ejemplos que recibió de su padre Simón Alquinta, quien participó durante muchos años como presidente de la comisión de servicio del Club de Leones. Este afán de servicio dice lo ha tenido desde toda la vida, y que a pesar de no seguir siendo concejal lo conserva, por ejemplo seguirá siendo jurado del Festival de El Arrayán, lo ha sido por 22 años, y en enero participó por segunda vez como animador del festival del Racimo de Uva de Oro de Peralillo, certamen para el que se preparó a conciencia, instruyéndose en la historia de la localidad.

¿Cómo fue su experiencia en este festival?

-Nunca me había subido a un escenario a animar y cuando se presentó la oportunidad, pensé escuela, familia, historia, y decidí irme por la historia y empecé a estudiar sobre Peralillo: su primer profesor, por qué se llama la escuela así, cuantas escuelas existieron, cuándo llegó la tecnología, cuándo llegó el telégrafo, cuándo se formó el club deportivo y esta información fue muy bien recibida, y este año se me quedó mucha historia del año pasado que utilicé ahora, me sentí muy cómodo y feliz de haber cooperado, porque se entiende que estas actividades son para reunir fondos y si uno va y coopera desinteresadamente, ya tienen un costo menos.

Usted dice que estos 16 años como concejal fueron una gran etapa de aprendizaje ¿cuál de esos aprendizajes conserva y hoy sigue aplicando?

Principalmente aprendizajes de parte de la gente, la humildad, la sencillez, gente que muchas veces creía que uno estaba  a otro nivel, creía que tu no eras accesible y después de conversar contigo, después de darse cuenta como tú eras, cómo tú les ayudabas a solucionar cosas, a resolver situaciones, eso a mí me llenó de satisfacción, romper esa barrera. Esa cercanía, esa cosa de que la gente sintiera que somos todos iguales y que somos todos importantes, (…) me hubiera gustado haber seguido participando, porque en los 16 años aprendí mucho, porque me dediqué mucho, siempre he sido una persona muy cuidadosa en aprender, nunca fui a un concejo sin saber qué tema se iba a tratar, se lograron muchas cosas en salud y educación, quedé muy contento con el trabajo realizado.

Y su trabajo de ayuda a la comunidad continua aún estando fuera del servicio público, pues dice “en el negocio uno es asistente social, es médico, de alguna manera das datos a la gente que hace deporte”, pues su trabajo lo complementa con su amor por los deportes, siempre ha estado ligado al ciclismo, a las motos, natación. Aunque en la actualidad está dedicado al running, disciplina que practica junto a sus hijos y ya se prepara para la maratón de Santiago que será el 2 de abril, esperando participar en los 42K (195 metros),  “es sacrificado el deporte, yo con mi horario de trabajo para poder entrenar tengo que estar a las 5:20 de la mañana en pie” dice, pero lo hace con gusto, qué duda cabe.

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