Temprana y con alta productividad, variedad INIA-G4 se alza como alternativa en la industria de la uva de mesa
El programa de mejoramiento genético INIA Biofrutales con el apoyo de Corfo trabaja desde hace más de 15 años desarrollando esta variedad, la cual presenta cualidades muy atractivas para los productores, tales como firmeza, sabor agradable, fácil manejo agronómico, alta fertilidad, calibre adecuado para la exportación y buena postcosecha.
El pasado martes 9 de enero se desarrolló en el Centro de Estudios para la Biodiversidad (ex Centro Experimental INIA Vicuña) un nuevo Día de Campo del Programa de Mejoramiento Genético en Vides PMGV del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA y el consorcio Biofrutales apoyado por la Corporación de Fomento, Corfo en el cual se presentó el desempeño de la temporada 2023-2024 de la variedad de uva de mesa INIA-G4.
En la oportunidad, productores, exportadores y viveristas vieron en terreno las principales ventajas de esta variedad de uva de mesa, la cual fue lanzada oficialmente en primavera de 2022 y que presenta como una de sus principales características ser una uva de mesa blanca, de cosecha media-temprana, de un sabor agradable y buena firmeza.
María Cecilia Peppi, investigadora de INIA La Platina, a cargo del programa de mejoramiento genético y el escalamiento destacó que la variedad INIA-G4 ha presentado un buen comportamiento y una productividad razonable pese a las limitaciones de agua, “por las características de esta variedad, por el vigor que tiene y unido a otras prácticas de manejo como el uso de mallas y otras cosas que nos puedan ayudar a disminuir la demanda hídrica”.
Peppi agregó que, “indudablemente el agua se necesita, pero en este contexto, es una variedad que se ha comportado bastante bien y nos da herramientas para poder tener una productividad razonable”.
Rodrigo Cruzat, gerente de Biofrutales, sostuvo que la fruta tiene muchas características que los productores han solicitado por años, motivo por el cual ha tenido una buena recepción “que sean variedades que se adapten, que sean más amigables con el productor. Creemos que esta es una variedad que cumple con esas cosas”.
Cruzat indicó, además, que si bien estamos en una situación compleja desde el punto de vista hídrico, “nuestro compromiso es poder seguir adelante, poder seguir robusteciendo el paquete tecnológico, es decir, la información de estas variedades de manera de disminuir la incertidumbre que tengan los productores a la hora de tomar decisiones”.
Uva rica y con potencial exportador
Uno de los objetivos de los Días de Campo para la presentación de variedades es aumentar el interés que tienen los exportadores por éstas, en ese sentido María Cecilia Peppi indicó que en el caso de INIA-G4 hay algunas unidades semicomerciales que están siendo llevadas por A.N.A., uno de los socios comerciales del programa , “las primeras producciones no se han exportado en forma comercial, no obstante, han habido algunos envíos de fruta en forma de prueba, ha llegado muy bien, ha tenido muy buenos comentarios respecto a cómo ha llegado. Estamos en este proceso de crecimiento y justamente es una de las cosas que queremos hacer con estos Días de Campo, mostrar la variedad, que la gente la conozca y se entusiasme y poder llegar a un volumen razonable y tenerla presente en la industria”.
Edgardo Rojo, coordinador del programa de uva de mesa zona norte de la exportadora Westfalia agradeció la oportunidad de evaluar en terreno las características de la fruta, “siempre es interesante ir viendo nuevas variedades, ir viendo distintas características de ellas, ya sea en cuanto a resistencia de plagas o enfermedades o su productividad. Son instancias que se agradecen bastante ya que hay muchos productores de la zona que aún no tienen la suerte de conocer estas nuevas variedades”.
Por su parte Andrés Zurita, director regional de Corfo destacó la alianza publico privada para el mejoramiento genético, sobre todo porque se desarrollan variedades adaptadas a las condiciones climáticas locales, “nuestra región ha sido una de las más afectadas por los efectos del cambio climático. Tenemos una crisis hídrica e incremento en las temperaturas que hacen que el suministro de recurso hídrico esté cada vez más comprometido, eso afecta directamente a la producción frutícola y hortícola, por lo tanto, todas estas mejoras en cuanto a nuevas variedades que estén más adaptadas a nuestras condiciones representan una posibilidad de ir adaptando e ir mitigando alguno de esos efectos del cambio climático”.
Christian Álvarez, seremi de agricultura de la Región de Coquimbo valoró el proyecto, “contar con variedades adaptadas a las condiciones climáticas de nuestra región es tremendamente relevante, considerando el cambio climático y la escasez hídrica, los investigadores llevan años seleccionando las mejores variedades de uva de mesa que cumplan con las exigencias de mercados internacionales y a la vez sean amigables con las y los productores”.
Es importante mencionar que la variedad INIA-G4 es una uva blanca, sin semilla, de baya ligeramente alargada y muy agradable de comer por su firmeza y sabor, su racimo es de manejo sencillo y alcanza fácilmente calibres de exportación sin perder la calidad y condición que exigen los mercados internacionales. Además, es de alta fertilidad permitiendo altas producciones, al menos de 4.000 cajas /ha. Otra de sus características es que presenta una buena postcosecha, llegando a 45 y 60 días con una fruta firme, con un raquis adecuado y un sabor muy agradable, tampoco se ha observado la presencia de desgrane ni pardeamientos internos ni externos, tanto a cosecha como después de las evaluaciones de simulación de envío a destino.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.